¡Buenos días! ♥
Por si no os habéis dado cuenta todavía, hoy voy a hablar El Hobbit, La Batalla de los Cinco Ejércitos, última parte de la trilogía cinematográfica de El Hobbit.
Estas películas han despertado mucho disgusto y malestar entre fans y, sobre todo, lectores del libro original. He de decir que, como suele ocurrir conmigo, discrepo de la opinión general y defiendo mi postura de fan de esta trilogía.
No creo que haya nadie lo suficientemente idiota como para negar que la razón tras la decisión de convertir el libro en una trilogía es puramente económica (pero no me atrevo a afirmarlo con rotundidad porque hay mucha gente que de veras cree que la división de Sinsajo no se debe a la pasta sino a una necesidad argumental (¬¬), la gente no dejará nunca de sorprenderme así que prefiero abstenerme de hacer afirmaciones sobre los demás, hay mucha gente sorprendente ahí fuera). Que la razón sea económica no tiene por qué significar que el resultado vaya a ser malo. Cuando salió la primera fui con cautela a verla (creo que no os he hablado de ninguna de las anteriores en el blog, pero no estoy segura), aunque el resultado me gustó y fui con ganas a ver la segunda... que me gustó aún más todavía.