TÍTULO: El primer libro de los sueños
AUTORA: Kerstin Gier
GÉNERO: Fantasía juvenil
EDITORIAL: Ediciones B
PÁGINAS: 346
SAGA: Silber #1
¡CÓMPRALO YA!
AUTORA: Kerstin Gier
GÉNERO: Fantasía juvenil
EDITORIAL: Ediciones B
PÁGINAS: 346
SAGA: Silber #1
¡CÓMPRALO YA!
Misteriosas puertas con tiradores en forma de lagartija, figuras de piedra parlantes y una niñera enloquecida con un hacha en la mano... Últimamente, los sueños de Liv Silber son bastante inquietantes. Sobre todo uno de ellos le preocupa muchísimo. En ese sueño se encuentra en un cementerio, de noche, observando a cuatro chicos que llevan a cabo un sombrío ritual. Los chicos guardan una relación muy real con la vida de Liv, puesto que Grayson y sus tres mejores amigos existen de verdad. Hace poco que Liv asiste al mismo instituto que los cuatro, quienes en realidad parecen bastante simpáticos. Sin embargo, lo que resulta realmente inquietante —mucho más inquietante que el cementerio por la noche— es que los chicos saben cosas sobre ella que durante el día jamás manifiestan... hasta que llega la noche y, con ella, el sueño. Liv ignora cómo lo saben, es un misterio absoluto, y ¿quién se resiste a investigar un buen misterio?
¿Hace falta decir que este libro tiene una portada preciosa? No, creo que no, salta a la visa. Y más si no solo veis la foto, sino que tocáis el libro, ya sea en una tienda o en una biblioteca... Adoro que los libros tengan detalles en reliebe, creo que aportan mucho a la portada y a este le aporta mucho en el aspecto de la fantasía (temática con la que juega mucho la portada).
Sinceramente, si bien la narrativa de Kerstin Gier no me desagradó con la saga de Rubí (saga cuyo tercer libro aún no he leído... sí, matadme), tampoco me pareció apasionante. Esa saga es interesante porque juega con los viajes en el tiempo, pero no me pareció tan fascinante o memorable como a muchos (aunque sí que me parecieron libros muy buenos que te atrapan con facilidad y te piden a gritos que los acabes antes de irte a dormir). Con este libro repito lo mismo, aunque creo que la autora suple perfectamente sus carencias y compagina una narrativa simple con mucho sentido del humor y conversaciones ingeniosas.
Además, he de admitir que la historia me ha dado, en ciertos momentos, escalofríos. Pero eso ya lo iré desarrollando a lo largo de la reseña.
Esta historia nos sitúa ante dos protagonistas hermanas, Mia y Liv Silber, que van a empezar a vivir en Londres con su madre y su actual pareja. Allí descubrirán que sus fantasías se han ido al traste y que van a tener que compratir su vida con la pareja de su madre y con sus dos nuevos hermanos Florence y Greyson Spencer, aunque por suerte siempre tendrán a su perra Buttercup y a su niñera Lottie con ellas.
Lo que para Liv empieza siendo un nuevo comienzo de curso más (nada nuevo después de casi una mudanza al año) acaba torciéndose cuando tiene un extraño sueño en un cementerio londinense con su nuevo hermano y sus tres amigos, los cuales parecen estar haciendo un ritual satánico extraño lleno de palabras en latín para ella incomprensibles. Poco a poco Liv va descubriendo la verdad destrás de ese sueño y la razón por la cual los cuatro chicos parecen recordarlo tan bien como ella, casi como si hubiesen compartido un sueño...
Veréis, el tema de los sueños me llamó la atención desde el primer momento, no os voy a engañar, pero es un tema que me da respeto porque todas las veces que me he encontrado con él —en mi humilde opinión— ha estado muy pero que muy desaprovechado. En este caso, en cambio, la autora me ha sorprendido gratamente. Creo que el tema todavía puede dar mucho más de sí (no olvidemos que este solo es el primer libro de una trilogía), pero de momento lo ha enfocado de una forma muy original y dinámica. Y, como ya os he dicho, en algún momento incluso me ha llegado a asustar. Los sueños son algo presente en todas las personas; los recordemos o no, sabemos que todos soñamos, así que jugar con temas tan delicados puede resultar desconcertante si se desarrolla bien. Y en algún momento, Liv vive un par de escenas desconcertantes (sobre todo por no ser demasiado explícitas, creo que los autores pecan y fallan en intentar ser demasiado descriptivos y darte todo masticadito, cuando en realidad dejar las cosas en el aire y en la imaginación del lector da mucho más mal rollo).
No me quiero meter mucho en la historia, en el tema de los sueños ni en el secreto que esconden los cuatro chicos... solo diré que la autora juega perfectamente con el lector a través de la protagonista: nos vemos en la situación de tener una elección. Creer o no creer. Tan sencillo como eso. Pero según vamos descubriendo, al mismo tiempo que Liv, la historia de los cuatro chicos, las decisiones no son tan sencillas de tomar (lo cuál es fascinante, que no resulte todo demasiado obvio no es fácil hoy en día) y es que en todo momento podría ser cierto o meras casualidades, y ciertamente, creas lo que creas a lo largo de la historia, hasta el final del libro no descubres realmente la verdad (y tienes el 50% de posibilidades de haber acertado xD).
En cuanto al romance, me gusta la sutileza con la que la autora parece introducir el triángulo amoroso, lo que no tengo claro es con quién acabará Liv porque realmente no sé quién me gusta más. Los dos personajes masculinos con los que nos encontramos son ambos encantadores a su manera, el principal problema que veo realmente es que en este primero Liv pasa la mayor parte del tiempo solo con uno de ellos y por eso mismo creo que los lectores nos podemos ver más propensos a que nos guste ese más que el otro (aunque yo siempre voy a contracorriente, y deseo que llegue ya el momento en el que Liv tire para el otro lado). Pero lo que sí que es cierto es que, con triángulo o sin él, por suerte el romance no resulta demasiado pasteloso ni empalagoso. Lo cual siempre se agradece.
Además, hay otro factor en la historia que, si bien en este primer libro parece no tener una importancia fundamental, la lógica es que esté ahí para algo (probablemente para futuros libros) y es una especie de Gossip Girl que hay en el instituto de nuestros personajes. Cada ciertos capítulos nos encontramos con un blog de una chica que va destapando secretos e informando de cosas que en teoría nadie devería saber, una chica que se hace llamar a sí misma Secrecy. Como ya he dicho, en este libro solo aporta armonía y ligereza, pero imagino (y espero) que en los próximos tenga un interés más vital para la historia.
Sinceramente, si bien la narrativa de Kerstin Gier no me desagradó con la saga de Rubí (saga cuyo tercer libro aún no he leído... sí, matadme), tampoco me pareció apasionante. Esa saga es interesante porque juega con los viajes en el tiempo, pero no me pareció tan fascinante o memorable como a muchos (aunque sí que me parecieron libros muy buenos que te atrapan con facilidad y te piden a gritos que los acabes antes de irte a dormir). Con este libro repito lo mismo, aunque creo que la autora suple perfectamente sus carencias y compagina una narrativa simple con mucho sentido del humor y conversaciones ingeniosas.
Además, he de admitir que la historia me ha dado, en ciertos momentos, escalofríos. Pero eso ya lo iré desarrollando a lo largo de la reseña.
Esta historia nos sitúa ante dos protagonistas hermanas, Mia y Liv Silber, que van a empezar a vivir en Londres con su madre y su actual pareja. Allí descubrirán que sus fantasías se han ido al traste y que van a tener que compratir su vida con la pareja de su madre y con sus dos nuevos hermanos Florence y Greyson Spencer, aunque por suerte siempre tendrán a su perra Buttercup y a su niñera Lottie con ellas.
Lo que para Liv empieza siendo un nuevo comienzo de curso más (nada nuevo después de casi una mudanza al año) acaba torciéndose cuando tiene un extraño sueño en un cementerio londinense con su nuevo hermano y sus tres amigos, los cuales parecen estar haciendo un ritual satánico extraño lleno de palabras en latín para ella incomprensibles. Poco a poco Liv va descubriendo la verdad destrás de ese sueño y la razón por la cual los cuatro chicos parecen recordarlo tan bien como ella, casi como si hubiesen compartido un sueño...
Veréis, el tema de los sueños me llamó la atención desde el primer momento, no os voy a engañar, pero es un tema que me da respeto porque todas las veces que me he encontrado con él —en mi humilde opinión— ha estado muy pero que muy desaprovechado. En este caso, en cambio, la autora me ha sorprendido gratamente. Creo que el tema todavía puede dar mucho más de sí (no olvidemos que este solo es el primer libro de una trilogía), pero de momento lo ha enfocado de una forma muy original y dinámica. Y, como ya os he dicho, en algún momento incluso me ha llegado a asustar. Los sueños son algo presente en todas las personas; los recordemos o no, sabemos que todos soñamos, así que jugar con temas tan delicados puede resultar desconcertante si se desarrolla bien. Y en algún momento, Liv vive un par de escenas desconcertantes (sobre todo por no ser demasiado explícitas, creo que los autores pecan y fallan en intentar ser demasiado descriptivos y darte todo masticadito, cuando en realidad dejar las cosas en el aire y en la imaginación del lector da mucho más mal rollo).
No me quiero meter mucho en la historia, en el tema de los sueños ni en el secreto que esconden los cuatro chicos... solo diré que la autora juega perfectamente con el lector a través de la protagonista: nos vemos en la situación de tener una elección. Creer o no creer. Tan sencillo como eso. Pero según vamos descubriendo, al mismo tiempo que Liv, la historia de los cuatro chicos, las decisiones no son tan sencillas de tomar (lo cuál es fascinante, que no resulte todo demasiado obvio no es fácil hoy en día) y es que en todo momento podría ser cierto o meras casualidades, y ciertamente, creas lo que creas a lo largo de la historia, hasta el final del libro no descubres realmente la verdad (y tienes el 50% de posibilidades de haber acertado xD).
En cuanto al romance, me gusta la sutileza con la que la autora parece introducir el triángulo amoroso, lo que no tengo claro es con quién acabará Liv porque realmente no sé quién me gusta más. Los dos personajes masculinos con los que nos encontramos son ambos encantadores a su manera, el principal problema que veo realmente es que en este primero Liv pasa la mayor parte del tiempo solo con uno de ellos y por eso mismo creo que los lectores nos podemos ver más propensos a que nos guste ese más que el otro (aunque yo siempre voy a contracorriente, y deseo que llegue ya el momento en el que Liv tire para el otro lado). Pero lo que sí que es cierto es que, con triángulo o sin él, por suerte el romance no resulta demasiado pasteloso ni empalagoso. Lo cual siempre se agradece.
Además, hay otro factor en la historia que, si bien en este primer libro parece no tener una importancia fundamental, la lógica es que esté ahí para algo (probablemente para futuros libros) y es una especie de Gossip Girl que hay en el instituto de nuestros personajes. Cada ciertos capítulos nos encontramos con un blog de una chica que va destapando secretos e informando de cosas que en teoría nadie devería saber, una chica que se hace llamar a sí misma Secrecy. Como ya he dicho, en este libro solo aporta armonía y ligereza, pero imagino (y espero) que en los próximos tenga un interés más vital para la historia.
Resumiendo, una historia fantástica en la que la autora ha sabido coger la temática de los sueños y darle un enfoque diferente a lo que al menos yo he leído con anterioridad. La historia puede resultar un tanto rara o confusa en momentos, pero creo que se debe al echo de que descubrimos todo al mismo tiempo que la protagonsita, como en la vida misma, y por lo tanto no resulta tan obvio como ocurre con la mayoría de libros. Definitivamente leeré el segundo libro, no sé cuándo (si pronto o tarde) pero lo acabaré leyendo.
Le tengo muchisimas ganas a esta historia, además me encanta la portada que tiene.
ResponderEliminarMe alegro de que lo hayas disfrutado.
Besazos
Me gusto mucho el primer libro, tengo pendiente el segundo a ver que tal es.
ResponderEliminarBesos