Estoy en shock. Esperaba que me gustase, pero ha superado mis expectativas, la verdad.

El comienzo es un poquito más lento, lo cual suele ocurrir con universos tan ricos en sus primeros libros: hay mucho que introducir, mucho que explicar y descibir, por lo que hasta que la historia empieza a avanzar, es todo un poco más «fase de presentación». Pese a esto, realmente no cuesta leerlo y para cuando te quieres dar cuenta has llegado ya a ese punto en el que los engranajes han comenzado a girar y tienes que prestar atención al detalle.

¿Qué es infinito? El universo y la avaricia de los hombres.

Aquí encontramos personajes cautivadores y otros que no lo son tanto; está claro que el Oscuro se merece un gran porcentaje del éxito de esta primera parte… tiene una de estas personalidades que atraen las miradas y la atención, y me gusta que eso no solo se queda en un efecto para con los demás personajes ficiticios, sino que el propio lector también se siento atrapado por su carisma.

He leído críticas sobre Alina por no ser una protagonista fuerte, y sí coincido en que es una protagonista que depende mucho de los perosonajes secundarios, del apoyo que estos le brindan y que, al menos de momento, no ha terminado de mostrar una fuerza propia e independiente… Pero si bien es cierto que abogo por los personajes femeninos fuertes y guerreros, también os digo que no todos han de serlo. Es un error caer en esa exigencia, porque al igual que creo que no todos los perosnajes masculinos han de ser una máquina de matar, el hecho de que uno femenino no lo sea no tiene por qué necesariamente ser malo. Espero ver a Alina crecer, pero su actitud en esta primera parte me ha parecido correcta: es una chica que siempre ha sido físicamente débil y enfermiza y cuyo mundo cambia radicamente de la noche a la mañana, no sería realista que en un solo libro su forma de ser cambie 180º.

—Existe algo más poderoso que cualquier ejército, tan fuerte que puedes derrocar a los reyes incluso a los Oscuros. ¿Sabes lo que es? —Negué con la cabeza, apartándome con sutileza—. La fe —susurró, con una mirada demencial en sus ojos negros—. La fe.

Me confieso sorprendida por ciertos sucesos, y es algo que no suelo decir habitualmente, así que me tengo que quitar el sombrero ante la autora. Ahora, viéndolo en retrospectiva, no sé cómo no me vi venir alguna cosilla que me ha sorprendido, pero ya sabeís que a toro pasado…

Si bien antes decía que la historia tarda un poquito en arrancar, llega un punto en el que se pone el turbo y es un no parar de emoción y adrenalina. Es imposible dejar de leer y la necesidad de saber qué ocurrirá con Alina es real. El final te deja con ganas de más (de hecho, lo primero que he hecho al terminar el libro ha sido levantarme, coger el segundo libro de la estantería, y mirar el mapa jajajaja). No me puedo imaginar qué nuevas desventuras le deparan a Mal y a Alina, qué sucederá con Ravka y los Grisha, y tengo unas ganas locas de ver cómo evolucionan algunos personajes que me han dejado con la boca abierta y sentimientos encontrados.