Darla Draconis, la Duquesa de la Muerte, es una legendaria monstruo que ha estado asolando los terrenos del campamento Aguaclara durante años. Hasta que, a raíz de una crisis existencial, decide tomarse un año sabático y plantearse qué quiere hacer realmente durante el resto de su (posiblemente infinita) vida. Pero ¿a qué se dedica una monstruo cuando sus días malévolos llegan a su fin? Para Darla, significa pasar tiempo con la cabeza decapitada (y controladora) de su madre, leer las novelas románticas que les roba a los campistas y lidiar con un caso monstruoso de melancolía. Hasta que Jarko Valsombra llega a Aguaclara y pone la vida de Darla patas arriba.
Jarko es engreído, arrogante, irritante y, para la desazón de Darla, está de buen ver. Con la Duquesa de la Muerte dándose unas vacaciones, Jarko ha reclamado el territorio del campamento Aguaclara. Pero ella se niega a cedérselo sin presentar batalla, así que para recuperarlo reta a Jarko a una serie de cacerías para comprobar quién es el monstruo más temido.
Pero cuanto más caos desatan, más se empieza a dar cuenta Darla de que ese descarado monstruo puede significar más para ella de lo que imaginaba, quizá incluso el antídoto para su hastío.
Sin embargo, Jarko ha acudido a Aguaclara por algún motivo, y para poder llenar las nueve cavidades de su corazón, Darla tendrá que descubrirlo. Si son capaces de no despedazarse mutuamente, puede que descubran que las parejas que matan juntas, permanecen juntas.
Tenía muchas ganas de leer este libro desde antes de que se publicase. Quiero decir... ¿habéis visto qué portada? Me encantan los colores, la representación de los personajes y hasta el título me llamaba mil la atención. Desconocía por completo la pluma del autor, pero había leído buenas opiniones del libro, así que cuando lo sacaron en español me alegré (y sorprendí) mucho.
Creo que mi relación con este libro ha sido algo turbulenta porque me costó conectar con la lectura. Y eso que es ágil y fresca, y cuando le pillas el ritmo se lee en un volado. Pero los primeros capítulos se me hicieron algo bola y no terminaba de ver a dónde íbamos a ir a parar con lo que estaba sucediendo.
Todavía no se podía creer que hubiese dejado marcar a Kyle, aunque fuera gateando. Aun así, sabía que tenía que hacerlo, que a veces tenías que hacer lo que parecía erróneo para llegar a lo correcto. No podías cambiar tu vida si seguías haciendo las mismas cosas una y otra vez. Con suerte, aquella pausa de le aclararía las ideas. Le mostraría el cambio por el que avanzar y le permitiría saber cuál era su propósito y quién debía ser.
Nada de caza. Nada de Kyle. Nada de sangre.
Darla Draconis, la Duquesa de la Muerte, la Criatura de Aguaclara, estaba harta. El día siguiente sería el inicio de una nueva vida.
Y es que aunque me encantó el mundo surrealista y cómico que presenta el autor, lleno de monstruos que son reales más allá de las historias y los mitos; monstruos que viven en una sociedad con sus normas y sus convenciones sociales, y que se dedican a castigar a los humanos que incumplen lo que ellos consideran su código ético y moral.
Darla, la Duquesa de la Muerte, la criatura de Aguaclara que durante años ha estado aterrorizando a los gamberros que acuden al campamento de verano, se despierta un día sin rumbo ni fin: ¿por qué hace lo que hace? ¿Cuál es el propósito de cazar humanos? Así que decide parar. Sencillamente... dejar de hacerlo. Y aunque su madre (o lo que queda de ella tras ser decapitada por un humano) no comprende qué le pasa y trata de convencerle de que continúe con el legado familiar, Darla se mantiene firme en su decisión.
La piel de la criatura era de un gris azulado, con un cabello ondulado negro azabache que le caía justo por encima de unos penetrantes ojos amarillos, del color del cuarzo brillante. Tenía la nariz larga y delgada, casi aguileña. Aparte del tono de piel y los ojos, los rasgos faciales de la criatura eran muy humanos. Y Darla se odió a sí misma por pensarlo, pero le parecía que era... ¿Muy atractivo?
Entonces aparece Jarko Valsombra, en esta fase en la que yo estaba leyendo sin saber muy bien a dónde diantres quería llegar el autor, y la cosa cambia un poquito. Jarko llega para quedarse, y es que está buscando territorios disponibles y Aguaclara, tras el abandono de la monstruo (aka Darla) que cazaba allí, consta como vacante.
Darla y Jarko chocan por razones más que evidentes, y pronto su rivalidad y competitividad los lleva a pasar tiempo juntos al tiempo que cazan humanos en compañía. He de decir que desde que aparece Jarko la lectura se ameniza porque empiezan a suceder más cositas y, al menos, ves a dónde va la historia ya que esta se centra, al menos de momento, en la lucha por el territorio.
–Solo digo que puede que parte del motivo por el que pasaste por tu no colapso nervioso sea que no sepas quién eres.
–Qué bobada. Soy Darla Draconis, la Duquesa de la Muerte.
–Sí. Lo eres. Todo el mundo sabe quién es Darla Draconis. Pero, ¿sabes tú quién es Darla Draconis?
Pero aún así no me quito de encima la sensación de que algo le falla a la historia. Y quizá sea uno de esos casos de "soy yo, no eres tú", ya que es una comedia y ya sabemos que las comedias pueden ser complicadas porque lo que te hace gracia a ti no tiene por qué dar el mismo resultado conmigo. Sea como fuere, la realidad es que se me ha hecho fácil de leer pero que no me ha terminado de enamorar.
Quizá, también, sea que me ha resultado excesivamente corto (¡mira tú, cómo son las cosas!). Entre que al comienzo de la novela sucede entre poco y nada, y que luego cuando empiezan a pasar ya has llegado al conflicto final, se resuelve y has acabado... Me ha parecido que lo importante es demasiado apresurado, esto es, la relación entre Jarko y Darla y el cambio de Darla hacia encontrar algo que la haga seguir adelante, encontrar su lugar.
En aquel instante, Darla se dio cuenta de una cosa terrible. En ese momento llegó a la conclusión de que aunque quieras a alguien, lo ames con todo tu corazón, eso no significa que vaya a estar presente siempre cuando despiertes.
En general, me ha gustado el universo que plasma el autor, aunque tampoco podéis esperar algo muy rebuscado. Creo que es, principalmente, un universo alocado lleno de monstruos muy distintos que se cimiento, sobre todo, en la aleatoriedad. No se trata de tomarse el mundo monstruoso que conocemos con demasiada seriedad, porque el punto es la comedia, y a esta parte le veo potencial.
Diría que sí, sin duda esperaba más. Que me gustase más, conectar más con los personajes, que me riese más y, en general... más. Pero tampoco descarto leer el siguiente (si es que sale en español, y si no quizá lo lea en inglés) para ver cómo se resuelven algunos cabos sueltos que se introducen en este libro pero, entiendo, se dejan en standby para el segundo.
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