Si algo tengo claro, es que este libro merece la pena leerlo: es fresco y nos cuenta una historia preciosa. Para empezar, supongo que no seré la única que desconocía totalmente el echo de que la historia que nos cuenta la autora es SU historia: es la historia de cómo conoció a su marido y cambió su vida para siempre.

Cuando leí eso en la introducción, no me lo podía creer ¿de verdad era su propia historia? Me parecía algo curioso y completamente diferente. Entenderéis, por lo tanto, que esta no es una historia romántica común y corriente... Para mí, lo más importante, lo fundamental de este libro, es cómo se nos narran los hechos. No se trata de lo que pasa sino de cómo nos lo cuenta Ree, cómo recuerda el momento en que vio por primera vez a su hombre Marlboro, cómo fue su primera cita, la primera vez que se dijeron te quiero...

No sé cuánto tiempo estuvimos allí, dándonos nuestro primer beso. Lo que sí sé es que cuando el beso terminó, se llevó por delante mi vida tal como la había conocido hasta entonces.
Pero yo aún no lo sabía.

La historia en sí, los acontecimientos, son muy sencillos: podría pasarte a ti, a mí o a la vecina de enfrente (bueno, aunque no con un cowboy :P). Es la historia de un amor, de EL amor; ese amor que te cambia y te hace abandonar todo lo que creías querer por estar junto a él.

Entonces, casi sin falta, justo cuando mi mente alcanzaba su máxima capacidad de vacilación y todos los «¿Y si?» amenazaban con quitarme el sueño, sonaba el teléfono. Y era el hombre Marlboro, de quien se podían decir muchas cosas, pero no que tuviera la mente dispersa. Él pensaba algo y actuaba sin perder un minuto en calcular los pros y los contras, los riesgos y las recompensas.

En el caso de Ree y de su actual marido, es sorprendente la rapidez con la que ocurre todo, es como si desde el momento en el que se conocieran la cadena de acontecimientos se hubiese puesto en marcha y no quisiera parar. Pero es que hay veces en las que esperar no hace falta.

—¿Diga?
—Sí, hola... ¿Ree? —dijo una profunda voz masculina.
—¡Hola, Walrus! —chillé yo con entusiasmo. Siguió un largo silencio—. ¿Walrus? —repetí.
La voz grave habló de nuevo:
—Quizá no te acuerdes de mí... Nos conocimos en el J-Bar, en Navidad.
Era el hombre Marlboro.

De la trama central, de los acontecimientos, no os voy a chivar nada porque entonces perdería la gracia... Pero si no estáis seguros de si queréis leerlo o no, tened en cuenta que no es una historia realista, es una historia real. Por supuesto, no todo es perfecto en el libro, si no yo le habría dado más puntuación. ¿Cuáles son las pegas? Yo solo me he encontrado con una, y es una medio-pega, pues también tiene su parte positiva:

El caso es que en ocasiones se repiten algunas cosas varias veces a lo largo del libro. La pega de esto es que algunos capítulos se te pueden atravesar, aunque no te detendrá en la lectura, porque es todo tan fluido que no te dan ganas de dejarlo... sencillamente, creo que hay algunos párrafos que se podrían haber omitido. Pero como ya he dicho, también tiene su parte positiva, y es que al ser la historia de la autora, que ella incida en ciertos sucesos quiere decir que les da mayor importancia o que tiene más recuerdos de ellos, y eso nos hace tener una mayor perspectiva sobre la situación.