TÍTULO: One night with a quarterback
AUTORA: Jeanette Murray
GÉNERO: Romance deportivo
EDITORIAL: InterMix
PÁGINAS: 274
SAGA: Santa Fe Bobcats #1
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Este año comienza con lecturas de nuevas autoras, y es que ya sabéis que no me importa animarme con cosas nuevas si la trama me llama la atención. En este caso, esperaba encontrarme una novela fresca y divertida ambientada en el mundo deportivo que ya sabéis tanto me gusta. Y, la verdad sea dicha, hacía un tiempo que no me encontraba un romance deportivo que me compleciese tanto... por su sencillez y simplicidad, manteniendo el romance, la pasión y la diversión.

Me encanta cuando los protagonistas se encuentran por casualidad y, sobre todo, cuando la relación se inicia sin las cadenas de la perspectiva de algo más. Y es que cuando el romance (o mejor dicho, el sexo) ocurre cuando los protagonistas ya tienen una relación de amistad, se entiende que ese es el punto de inflexión de su relación... el antes y el después que marca un cambio de amistad a amor... o a algo que no tiene nombre hasta un poco más adelante. Por eso, cuando como en este caso los protagonistas se conocen de forma superficial, tienen química y deciden disfrutar sin más ataduras el cambio es significativo (no mejor ni peor, pero sí diferente, y para cambiar vienen bien estas tramas).

En este libro nos encontramos dos partes importantes dentro de la trama: la relación de Trey y Cassie, que en un principio se iba a mantener en algo de una sola noche pero que varios encuentros fortuitos y la iniciativa de Trey convierten en algo más de forma bastante natural; y la relación de Cassie y su padre, o la no-relación, mejor dicho. Ambas son interesantes a su manera, y sencillas hasta cierto punto. Lo bueno es que como ya he dicho, la relación romántica sucede a un ritmo ágil pero muy natural, lo que propicia el ceder parte del peso al asunto que ha llevado a Cassie a Santa Fe: conocer a su padre y a sus dos nuevas medio hermanas, Irene y Mellie.

No puedo decir que haya ningún personaje secundario que no me haya encantado, incluso Tabitha, mujer del padre de Cassie (por lo tanto proclamada madrastra XD), que es el personaje más antagonístico, es creíble y razonable. ¿Quién no sufriría un poco de shock al descubrir que tu marido, amor de tu vida y padre de tus dos niñas, es también el padre de una chica de 28 años de la que no sabíais nada? Su mundo se ha trastocado, la noticia va a tener impacto personal y profesionalmente en la vida de su marido, y es razonable que sea un poco zorra. Así que no, no ha llegado a disgustarme dentro de lo que cabe.

Irene y Mellie son la joya de la corona. Dos hermanas aparentemente totalmente distintas que aceptarán a Cassie en medidas diferentes. Pero ambas interactuarán mucho con ella (y las veremos más que al propio padre, eso ya os lo adelanto), y son muy divertidas. Adolescentes alocadas que viven dentro de una jaula para pájaros, inmaculadas, sin heridas y, pese a todo, con ganas de desmadrarse y vivir la vida...


Y luego, por supuesto, tenieno en cuenta que es una saga de NFL, no podían faltar los Bobcats secundarios y potenciales futuros protagonsitas. No conocemos a todos, sino a los más cercanos a nuestro dulce protagonista: Josiah y Stephen. Son dos personas radicalemente distintos, pero los une un fuerte lazo de amistad y una inmensa lealtad personal. Entre los dos, del que más oímos hablar es de Stephen y su pequeño problema con la bebida... lo cual, hasta cierto punto, podríamos incluso decir que es la tercera parte argumental del libro, pues tiene un peso considerable. Sea como fuere, os aseguro de que os quedáis con ganas de más, porque ambos resultan de lo más prometedores.

A rasgos generales, por lo tanto, es un libro que se lee muy rápido, se hace ameno, divertido y sin excesos. La química entre Trey y Cassie es tremenda, no solo sexualmente sino también presonalmente, y esto, por suerte, hace que Jeanette no abuse del sexo como medio para avanzar la novela. Sí que es cierto que ambos tienen encuentros de alcoba, es romántica adulta al fin y al cabo, pero no se abusa de ello en lo más mínimo, yo diría que están en su justa medida y que encima no resultan cansinas ni repetitivas (y en alguna os reiréis bastante). No es que resulte un libro super innovador o que os vaya a marcar la vida... pero os proporciona justo lo que queréis cuando lo váis a leer, y eso, en un libro, es fundamental.