TÍTULO: La cosa más dulce
AUTORA: Laura Lee Guhrke
GÉNERO: Romance histórico
EDITORIAL: Esencia
PÁGINAS: 286
SAGA: Solteronas #3
¡CÓMPRALO YA!
María siempre quiso tener su propia pastelería, y ahora, gracias a su amiga Prudence, ese sueño se ha hecho realidad.
Pero unos días antes de la inauguración descubre que su vecino es el apuesto y arrogante caballero que la sobornó y la obligó a hacer las maletas doce años atrás. Phillip Hawthorne, marqués de Kayne, hará todo lo posible para evitar que María concrete su deseo, pero no cuenta con que ella está dispuesta a todo para impedir que ese hombre vuelva a controlar su vida.
Pero unos días antes de la inauguración descubre que su vecino es el apuesto y arrogante caballero que la sobornó y la obligó a hacer las maletas doce años atrás. Phillip Hawthorne, marqués de Kayne, hará todo lo posible para evitar que María concrete su deseo, pero no cuenta con que ella está dispuesta a todo para impedir que ese hombre vuelva a controlar su vida.
¡Esto sí, Laura! ¡Esto sí!
¿Por qué no supo llevar a cabo esta maravilla también con la historia de Prudence? No me lo explico, pero me alegra comprobar que la increíble primera parte de esta saga no fue un echo fortuito sino que se repite, una vez más, en el tercer libro.
No soy muy fan de las segunda oportunidades. Y aunque es cierto que esta no es una al uso, no deja de tener un patrón similar en cuanto a que los protagonistas se conocen desde la infancia. A mí me gusta ver cómo ambos se conocen, me gusta vivir ese momento, esa tensión... Y los amigos de la infancia suelen no tenerla. Pero este caso es diferente, la autora ha conseguido que lo sea y llenar así el vacío que suelen tener para mí.
Maria es una mujer independiente que lleva años viviendo sola en la gran ciudad. Como trama pasada, tenemos la historia de una niña, una joven, que aceptó el soborno de Phillip, uno de sus grandes amigos de la infancia, cuando este descubrió su plan de fugarse con su hermano pequeño, Lawrence. En ese mismo momento acabó para ella un amor y una gran amistad. Y se quedó sola. Cuando se reencuentran doce años después como vecinos tras alquilar ella un local para su pastelería, la situación entre ambos es, cuanto menos, tensa.
Todo esto propicia que el reencuentro nos dé toda esa intensidad que digo yo me gusta presenciar en los romances, al tiempo que los recuerdos y añoranzas de su infancia en común le da el extra sentimental que define su relación. Su infancia en común la vamos conociendo mediante flashbacks de ambos, lo que nos da una perspectiva más completa de lo que ocurrió realmente, profundizando no solo la trama sino el aspecto emocional y aumentando la tensión del romance.
Es una historia trepidante y muy realista, con un ritmo adecuado para lograr el equilibro en todas las fases de su relación: la animosidad venenosa que sienten el uno por en otro se mantiene el tiempo suficiente como para resultar realista sin ser excesivo, y cuando sus pensamientos empiezan a tomar un sendero más pasional o emocional, el cambio se da de forma natural, sin que el lector note una transición rara de una fase a la otra.
Todo esto, añadiendo diálogos y situaciones muy pero que muy divertidas, nos da una combinación maravillosa digna de la primera entrega. María es, como fue Emma en el primer libro, una mujer a la altura de la temática de la saga: una chica que sabe sobrevivir y luchar por lo que quiere, una mujer que sufre las dificultades de la época en la que vivie y cuya personalidad se curte por sus circunstancias. Es un personaje fácil de querer, y él está a la altura siendo el absoluto opuesto a ella. Me encanta que la autora consiga que el lector "odie" a su personaje por su comportamiento y que poco a poco nos haga entender y comprender los porqués y los cómos, dándole una nueva perspectiva cuando toca.
¿Por qué no supo llevar a cabo esta maravilla también con la historia de Prudence? No me lo explico, pero me alegra comprobar que la increíble primera parte de esta saga no fue un echo fortuito sino que se repite, una vez más, en el tercer libro.
No soy muy fan de las segunda oportunidades. Y aunque es cierto que esta no es una al uso, no deja de tener un patrón similar en cuanto a que los protagonistas se conocen desde la infancia. A mí me gusta ver cómo ambos se conocen, me gusta vivir ese momento, esa tensión... Y los amigos de la infancia suelen no tenerla. Pero este caso es diferente, la autora ha conseguido que lo sea y llenar así el vacío que suelen tener para mí.
Maria es una mujer independiente que lleva años viviendo sola en la gran ciudad. Como trama pasada, tenemos la historia de una niña, una joven, que aceptó el soborno de Phillip, uno de sus grandes amigos de la infancia, cuando este descubrió su plan de fugarse con su hermano pequeño, Lawrence. En ese mismo momento acabó para ella un amor y una gran amistad. Y se quedó sola. Cuando se reencuentran doce años después como vecinos tras alquilar ella un local para su pastelería, la situación entre ambos es, cuanto menos, tensa.
Todo esto propicia que el reencuentro nos dé toda esa intensidad que digo yo me gusta presenciar en los romances, al tiempo que los recuerdos y añoranzas de su infancia en común le da el extra sentimental que define su relación. Su infancia en común la vamos conociendo mediante flashbacks de ambos, lo que nos da una perspectiva más completa de lo que ocurrió realmente, profundizando no solo la trama sino el aspecto emocional y aumentando la tensión del romance.
Es una historia trepidante y muy realista, con un ritmo adecuado para lograr el equilibro en todas las fases de su relación: la animosidad venenosa que sienten el uno por en otro se mantiene el tiempo suficiente como para resultar realista sin ser excesivo, y cuando sus pensamientos empiezan a tomar un sendero más pasional o emocional, el cambio se da de forma natural, sin que el lector note una transición rara de una fase a la otra.
Todo esto, añadiendo diálogos y situaciones muy pero que muy divertidas, nos da una combinación maravillosa digna de la primera entrega. María es, como fue Emma en el primer libro, una mujer a la altura de la temática de la saga: una chica que sabe sobrevivir y luchar por lo que quiere, una mujer que sufre las dificultades de la época en la que vivie y cuya personalidad se curte por sus circunstancias. Es un personaje fácil de querer, y él está a la altura siendo el absoluto opuesto a ella. Me encanta que la autora consiga que el lector "odie" a su personaje por su comportamiento y que poco a poco nos haga entender y comprender los porqués y los cómos, dándole una nueva perspectiva cuando toca.
Resumiendo, una absoluta maravilla. No me puedo creer que estos tres libros estén escritos no solo por la misma autora sino dentro de la misma saga. Me apena que Laura no consiguiera crear en el segundo libro la magia que ha creado en estos dos, tan diferentes a todo lo demás en el género, con personajes tan peculiares y bien definidos. Me aterra pensar en el último libro, y no sé si tardaré o no en leerlo. ¿Se parecerá a este o estará condenado a suceder lo del segundo? Ay, las incógnitas.
¡Hola! Me alegra que, después de un segundo libro más flojito, este haya estado a la altura. Un besote :)
ResponderEliminarLeí un libro de la autora y no me terminó de convencer. Igual más adelante le doy otra oportunidad.
ResponderEliminar¡Muchos besos!