¿Por qué he tardado tanto en leer este libro? ¿Por qué no me he puesto antes con esta saga? Preguntas sin respuesta. Grandes misterios del universo. No puedo responder a mis propias preguntas, pero lo que puedo hacer es alegrarme de haber dado finalmente el paso.

Como veis por la cantidad de páginas, es una novelita corta y yo soy la primera sorprendida de haber acabado tan satisfecha. Este librito nos cuenta una historia sencilla y sí, por qué no, típica. Pero no por eso peor. Al contrario, de hecho.

A veces era Mac el que lo iniciaba y otra Jez, pero tras un par de sesiones más llegó a un punto en el que ambos sabían cómo acabarían de estar juntos. La tensión aumentaría y empezarían a compartir miradas hasta que uno de los dos no pudiera aguantar más.

La historia la protagonizan Mac y Jez, dos universitarios supuestamente heterosexuales que comparten casa juntoa otros tres chicos y una chica. Están en su segundo año y si bien durante su primer año salieron de fiesta todo lo que pudieron y más, no pueden permitírselo de nuevo: Mac porque estuvo muy cerca de repetir y debe centrarse en las tareas y en estudiar, y Jez porque se gastó tanto dinero que sus padres le han cortado el gripo, lo que le ha obligado a buscar un par de trabajos a medio tiempo para ganar algo de dinero y así pagar las deudas que aún le quedan.

Era Mac, su amigo, su amigo heterosexual y aquello era una cargada y probablemente la peor decidían del mundo, pero Mac besaba a Jez como si fuera suyo y al parecer eso era algo a lo que Jez pusiese decir no.

Debido a su situación, empeizan a pasar más tiempo juntos, solos en casa mientras los demás salen de fiesta. Y así están, noche tras noche jugando a videojuegos, estudiando y viendo películas cuando a Jez se le ocurre la fantástica idea de ver porno juntos... Ya sabéis cómo acabará esto, ¿verdad?

Lo mejor no es tanto la base de la trama sino el desarrollo. Es eso lo que hace de esta historia aparentemente corriente y del montón algo tan increíble. Me ha encnatado cómo el autor refleja la vergüenza que sienten tras masturbarse juntos, dos chicos aparentemente heteros intimando y sintiéndose bien con ello. Su relación pasa por distitnas etapas y progresa lentamente cambiando todo el rato mientras van llevando el asunto más y más lejos, ninguno de los dos comprendiendo relamente qué es lo que está pasando entre ellos pero sin querer dejar de hacerlo tampoco.

—Las etiquetas pueden ser restrictivas. A veces tienes que dejar de pensar en géneros y orientaciones y centrarte en la persona. Si te importa, si te sientes bien cuando estás con ella, si te atrae... ¿qué importa todo lo demás?

Normalmente prefiero el punto de vista dual. Prefiero tener ambas perspectivas y meterme en la mente de ambos porque sus monólogos internos dan mucha información al lector. Esta ocasión, sin embargo, creo que el autor hizo bien al elegir a un solo narrador. El que la historia esté narrada solo por Jez nos permite sentir con mayor intensidad, compartir sus dudas y sus nervios sobre lo que Mac siente o deja de sentir hacia él. No tener la seguridad de lo que piensa Mac y el tener que depender de las impresiones de Jez hace que la historia sea más vívida.