Tiffany Warren está a punto de casarse, pero no por amor sino para poner fin a una larga enemistad. A regañadientes, viaja al Oeste para encontrarse con su padre, al que no conoce, y con el ranchero Hunter Callahan. La unión entre Hunter y Tiffany está destinada a que los Warren y los Callahan dejen de disputar por una parcela de tierra. Pero el tren en el que TIffany viaja es atacado y, durante la confusión, la joven decide adoptar la identidad de la nueva ama de llaves de su padre. Bajo el anonimato, Tiffany tendrá la oportunidad de evaluar la situación antes de lanzarse a los brazos del apuesto ranchero.