¡Buenos días! ♥
Hoy es un día triste, después de los acontecimiento de Barcelona, una vez más nos encontramos ante los estragos del terrorismo, con sufrimiento, víctimas y dolor. Pero no se puede dejar de vivir, y por eso he decidido publicar hoy una entrada, que siga todo como siempre. Recordemos que no hay que rendirse, que si dejamos de vivir, si paramos nuestras vidas por miedo y dolor, ellos ganarán. Y eso no puede ocurrir.
Así que hablemos de libros ¿sí?
Un canalla consigue lo que busca...
Hace una década, el Marqués de Bourne fue repudiado de la sociedad con el único privilegio de su título. Ahora que es socio del más exclusivo club de juego de Londres, el frío y despiadado Bourne hará lo que sea necesario para recuperar lo que le pertenece, incluso si eso conlleva casarse con la perfecta Lady Penelope Marbury.
Un compromiso roto y años de decepcionante noviazgo han dejado a Penélope sin interés alguno más allá de un tranquilo y cómodo matrimonio. Suerte que con su nuevo marido tiene acceso a un inexplorado mundo de placeres.
Bourne puede ser el príncipe de los bajos fondos de Londres, pero jura mantener a Penélope alejada de su maldad, todo un reto para él, ya que Lady Penelope descubrirá sus propios deseos, y su voluntad de no apostar nada en ellos, ni siquiera su corazón.
Hace una década, el Marqués de Bourne fue repudiado de la sociedad con el único privilegio de su título. Ahora que es socio del más exclusivo club de juego de Londres, el frío y despiadado Bourne hará lo que sea necesario para recuperar lo que le pertenece, incluso si eso conlleva casarse con la perfecta Lady Penelope Marbury.
Un compromiso roto y años de decepcionante noviazgo han dejado a Penélope sin interés alguno más allá de un tranquilo y cómodo matrimonio. Suerte que con su nuevo marido tiene acceso a un inexplorado mundo de placeres.
Bourne puede ser el príncipe de los bajos fondos de Londres, pero jura mantener a Penélope alejada de su maldad, todo un reto para él, ya que Lady Penelope descubrirá sus propios deseos, y su voluntad de no apostar nada en ellos, ni siquiera su corazón.