El inglés

Un luchador con cicatrices.

Una chica con normas.

Una pasión desenfrenada.

Hay tres cosas muy evidentes sobre Elizabeth Bennet: es muy inteligente, siempre mantiene el control y su vida está basada en un conjunto de normas cuidadosamente elaborado. Ha aprendido de la manera más difícil que la gente a la que ama siempre acaba haciéndole daño.

Pero entonces aparece Declan Blay, el nuevo vecino de su bloque de apartamentos.

Declan es británico, experto en artes marciales y el chico malo del campus al que se supone que Elizabeth debe evitar, pero cuando lo conoce en una fiesta universitaria, todas las reglas que ella tiene sobre el sexo y el amor se desvanecen.

Después de pasar una noche de pasión desenfrenada, él anhela algo más: tras la delgada pared que separa sus dormitorios, Declan sueña con que la vulnerable chica de al lado sea suya para siempre.

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Lo primero que me siento en la necesidad de comentar es la portada. ¿Me gusta? Sí, no lo niego. Es la típica portada que me llama la atención. Una cubierta sexy que promete romance y pasión... pero de género adulto. ¿Soy la única que no ve esta una cubierta de New Adult? Porque lo último que pensaba que sería una lectura juvenil. Doy gracias, por lo tanto, de haberme animado a leer la sinopsis antes de empezarlo, porque si no me habría llevado una decepción (al menos al leer la sinopsis me di cuenta a tiempo del género al que me enfrentaba). En definitiva: una portada perfecta para un género equivocado.

Noté algo tenebroso deslizándose en mi interior, arrastrándose por las grietas de mi alma, abrumándome... Todo lo que pensaba sobre mí misma, sobre quién era, sobre el amor... estaba confuso y se había convertido en algo oscuro. Sucio.

Admito que soy fan de las historias muy dramáticas pero, aunque resulte contradictorio, no me gusta que haya demasiado drama. ¿Cómo se come esto? Pues bien, me gusta que los personajes tengan pasados duros, alguna tragedia en el cajón o incluso que durante la historia pase algo terrible... algo que marque una diferencia. Pero odio que los libros sean lacrimógenos en plan lágrima fácil, quiero decir. En este sentido este libro es perfecto, la protagonista Elizabeth tiene un pasado muy duro, ha sufrido una situación difícil de superar, pero por suerte no nos enfrentamos a un libro lleno de lágrimas y penalidades.

—Tus cicatrices son preciosas. Significan que has sobrevivido. Que estás aquí, conmigo.

Elizabeth es una chica que intenta ser fuerte y sobrevivir a su manera, y para ello utiliza los recursos que cree necesarios. Esto es algo que me ha gustado, pero pese a ello, no me ha parecido una protagonista destacable, es el típico patrón de chica guapa y deseable pero diferente a las demás... Nada nuevo.

Declan es más de lo mismo... chico estrella del campus, fuerte, guapo, agradable, sensible, amigable... No es un mal protagonista, y Elisabeth tampoco lo es, pero son protagonistas del montón para una historia que al final a mí me ha parecido también del montón.

A veces, los grandes momentos son producto de la más pequeña de las acciones, y puede que no lo sepamos hasta que, más tarde, conectamos los puntos, pero en ese instante supe de alguna manera que Declan iba a ser el dueño de mi corazón. Era algo que me aterrorizaba y excitaba a partes iguales.

La historia en sí no es aburrida, el libro resulta entretenido y nos cuenta una historia de amor (al final es un retelling de Orgullo y prejuicio) entre dos personas que no lo buscaban y que, aparentemente, no son lo apropiado el uno para el otro... Y en esto, básciamente, se resume este libro.

Hay tramas y personajes secundarios (de los cuales el único carismático me ha parecido Dax, hermano gemelo y próximo protagonista), pero no aportan demasiado y todo se toca muy por encima. ¿Amores de la infancia no correspondidos? Está, se ve, y se olvida a la primera de cambio. Casi hasta sin interés. ¿Ex novias infieles? Lo mismo. ¿Problemas parentales? Igual. Hay muchas cosas pero solo se le da importancia al romance y este, aunque es entretenido, no es innolvidable.

El amor era un cuchillo que había cortado mi corazón trozo a trozo para alimentar al chico que amaba.
Destrozada en más de un sentido, me juré a mí misma que no volvería a enamorarme.

Es posible que mi percepción no tan positiva de este libro se deba a que últimamente me he encontrado con lecturas muy pero que muy positivas y en comparativa esta desluce... creo que sencillamente si le hubiese metido un poco más de acción o un poco más de tensión a la trama el libro habría tenido un puntito más a favor, pero tal y como está formulado como una historia de amor y nada más se queda flojo. El pasado de Elizabeth está ahí, y vuelve para atormentarla, pero incluso esto queda como deslavado y se pasa muy por encima... Al final ese es el problema, que no es un mal libro, no tiene ni una historia horrorosa ni unos personajes terribles... pero tampoco es particular

Resumiendo, si lo que buscáis es una historia muy muy sencilla con una historia decente y romántica este libro probablemente os guste, pero recomiendo no leerlo busacando una historia desgarradora que os marque para siempre, al menos yo eso no lo he encontrado.