Cuando el peligro irrumpe en su refugio, huyen hacia el sur en busca de la civilización. Pero en la historia de Andrew hay algo que no termina de encajar y que podría arrebatárselo todo a ambos. Jamie también guarda un secreto. Está empezando a sentir algo más que amistad por Andrew y eso le añade otra capa de miedo y confusión a un viaje ya de por sí tumultuoso.
El camino que se extiende ante ellos es largo y, para sobrevivir, tendrán que despojarse de sus secretos, afrontar las consecuencias de sus acciones y encontrar el valor necesario para luchar juntos por el futuro que desean. Solo existe una lo único que les queda en el mundo es la innegable atracción que sienten el uno hacia el otro.+No puedo ni describir lo mucho que me ha gustado este libro, la verdad.
Cuando salió en inglés vi muchas críticas positivas de mutuals, así que estaba en mi TBR y cuando lo sacaron en español tenía que acabar en mi estantería sí o sí. No había dudas. Eso sí, me dio pena que no lo publicasen con la otra portada (en la que se ve la silueta de Jamie y Andrew sobre un coche en medio de un bosque con un cervatillo en una esquina). Esa portada me parece una maravilla por sus colores y por la imagen como tal. De esta no me convence tanto ese tono tan amarillo jajaja pero admito que la ilustración de ellos dos me enloquece: ¡Son ellos! Veo a Jamie y a Andrew claramente, y ese dedito... ¡Ay, ese dedito! Dice tanto y refleja tanto lo que transmite esta historia...
Pero empecemos por partes.
Esta es una historia post-apocalíptica en la que el mundo, básicamente, se ha ido a la mierda. Me ha resultado curioso que el libro esté escrito pre-covid (publicado después y editado para añadir cierto contexto a la historia en el que se hace mención del bicho por razones que explica el autor al final en una nota de autor previa a los agradecimientos), y aunque en su día me saturó cosa mala la cantidad de historias sobre viruses y confinamientos que salieron de golpe, me alegro de que esta llegase a ver la luz.
Ha sido mi primera experiencia con Erik, y ya os digo que no será la última. Su prosa es una de las cosas que me ha enamorado del libro. No sólo la delicadeza con la que va narrando la historia, sino también la forma tan sencilla y natural con la que te presenta a los personajes y consigue que los sientas como tuyos.
Porque Andrew y Jamie acaban formando parte del lector, y aunque no es una historia llena de monólogos internos interminables, y está contada por dos POV, la imagen de ellos que formas en tu mente es nítida. Y no hablo solo de aspectos físicos, sino de cómo son, de las cosas que harían o dirían y en qué situaciones. Como cuando conoces a alguienen la vida real, y por su personalidad puedes esperar que haga ciertos comentarios o que reaccione de forma determinada a ciertos acontecimientos.
Andrew y Jamie son dos de los supervivientes de la supergripe, pero según lees y avanza la historia, te reafirmas en lo que sabías al principio pero no llegabas a entender: son dos niños que no saben qué hacer, están solos, tienen miedo, pero tienen que seguir avanzando porque hay otra opción. Esta es la realidad que les ha tocado vivir, esta es la mano de cartas con la que les ha tocado jugar, y ellos intentan hacerlo como mejor pueden.
La primera fase de la historia, en la cabaña de Jamie, con Andrew herido y Jamie curándolo, es la fase de toma de contacto, en la que empiezas a enamorarte de ellos sin saber aún lo que se les viene encima. Luego pasamos a la fase «mundo exterior» y todo de vuelve más pausado porque el mundo es ahora un lugar hostil, y nuestros chicos tendrán que avanzar, siempre con un objetivo en mente y al tiempo tratando de sobrevivir.
Es un survival con mucha emoción y un ritmo pausado que se te mete dentro. Una historia protagonizada por dos chichos queer y un romance que si bien no es principal (porque está siempre ahí, presente, pero apenas nunca como la trama central de lo que sucede) enamora desde las primeras páginas, cuando aún el romance no está ni en el aire.
Hay momentos de esta historia que me han enamorado por completo, momentos que me han hecho llorar, y otros con los que he reído a carcajadas. Andrew es graciosísimo, y no de esa forma forzada y poco natural que meten algunos autores, no; Andrew es gracioso porque tiene ese carisma y porque el autor le ha sabido imbuir esa personalidad que lo hace tan él. Jamie, por su parte, es cariñoso, atento y sensible; un alma buena que complementa a las mil maravillas con Andrew, y juntos y junto a otros personajes que encuentran por el camino, forman una historia bella, tierna y que voy a recomendar sin parar por mucho, mucho tiempo.
Esta es de esas historias que voy a recomendar de aquí a mucho tiempo, lo sé. Tengo escenas grabadas en mi mente y sé que yo misma tendré que volver a descubrir la historia en un futuro no muy lejano. Y aunque tiene cositas que me habría gustado ver de otra forma (igual el final, que podría dar más juego aunque la mismo tiempo es el final perfecto para su historia) el conjunto de la historia es perfecto, un equibrio maravilloso entre una evolución de personajes maravillosa, un romance tierno y realista, un mundo hostil que nunca volverá a ser lo que era, y el drama de toda la gente que se salvó y perdió a los que más le importaban.
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