Summer es uno de esos seres. Y, por supuesto, las relaciones sociales no son fáciles para alguien capaz de calcinar cosas cuando pierde los nervios. Ella lo sabe, y por eso protege a toda costa el único lugar donde siente que encaja: el grupo de mercenarios al que pertenece. Todo iría más o menos bien si Rayo Negro, el líder de la competencia, no estuviera empeñado en recordarle que es un monstruo al que sus compañeros acabarán traicionando.
Sin embargo, el encargo de atrapar a un misterioso asesino hará que Summer deba enfrentarse a un pasado atroz y acabe temiendo que, en realidad, su peor enemigo tenía razón.