Tierna fue la tormenta

 

La riquísima heredera Sharisse Hammond decide huir a Nueva York y adentrarse en el peligroso Oeste para escapar del matrinomio por conveniencia que su padre le ha impuesto con un rudo rachero de Arizona. Allí conoce a Lucas Holt, un hombre arrogante, de aspecto salvaje, aunque sumamente atractivo, que buscca una esposa para consumar su misterioso plan destinado a acabar con su más ferviente enemigo.

Me puse con este libro con ganas ya que es autoconclusivo (y con Linds no es lo más habitual), además de porque he leído otro libro de la autora que transcurre en el Oeste y la verdad es que fue un descubrimiento positivo e interesante.

El libro para mí da comienzo de forma algo confusa, y me costó ubicarme un rato más. La historia de los Holts, sobre todo, es la más compleja y la que da unas vueltas tremendas, aunque en cierto modo esto es también algo positivo.

Sharisse, como ya cuenta la sinopsis, toma la decisión de escapar de su acaudalada familia al lejano Oeste para evitar casarse con un amigo de la infancia del cual su hermana pequeña está tremendamente enamorada. Y así será como conocerá a Lucas y Slate Holt, dos hermanos mellizos muy distintos el uno del otro que ocultan muchos secretos. Lucas es su prometido por una serie de circunstancias, y lo más divertido de la novela es precisamente que cada uno tiene su historia y para salir al paso van enredando más la trama de mentiras, lo que concluye en una serie de enredos bastante interesante.

Sus labios se cerraron sobre los de ella; su boca ardía de pasión. Sharisse sintió escalofríos. Slade le separó las piernas, y ella no pudo detenerlo. Una llama recorrió todo su cuerpo, y gimió contra su voluntad. Fue tan sencillo imaginar que era Lucas. Otra vez se despertaban las mismas sensaciones. ¿Cómo podía ser posible que los dos le hicieran esto? Pero éste era Slade, no Lucas, y era tan peligroso como se decía. 

Si bien Lucas puede llegar a ser salvaje, es tierno, amigable y divertido; pero Slate es todo lo contrario, más bestia que hombre siempre que aparece aterroriza a nuestra protagonista. La dualidad de los heramnos es a un tiempo lo que hace de este libro tan confuso y a otro lo que lo vuelve tan interesante finalmente.

La novela en sí no es demasaido larga, si bien la edición que tengo yo alcanza las 315 páginas, tiene márgenes amplios y una letra considerablemente grande. Esto hace que a nada que empieces a leer y a pillar un poco la confusa trama familiar y de venganza que se traen los mellizos Holt, vayas cogiéndole el gusto y te vayan entrando ganas de más al ver que avanzas rápidamente con las páginas, porque nunca tienes sensación de pesadez. Esto implica también que no hay tiempo para desarrollar tantas cosas como a mí, personalmente, me habría gustado.

 

Y en este sentido tengo sentimientos encontrados. La autora centra el peso de la trama principalmente en los hermanos y en el misterio que se revela al final (he leído de todo, hay quien se lo veía venir y quien no. Yo sí que lo intuía, pero es cierto que en algunos momentos dudas, lo cual está bien porque no pierdes la intriga, ya que hasta que al final te desvelan todo el pastel, hay cosas a las que no les encontré el sentido). Este en parte, como digo, es bueno, pero yo he notado que todo lo demás flojea y queda en segundo plano. Con la de personajes intersantes que nos presenta la novela -como Billy el indio amigo de los hermanos y su encantadora mujer- y ninguno de ellos tiene ni importancia ni se para el foco sobre ellos en nigún momento. Lo cual es una lástima.

Al final te quedas con una sensación de meh, no está mal porque te has entretenido y ha sido incluso trepidante y misterioso, pero no llegan a cuadrar muchas cosas: al final ni la venganza es tan vengativa ni tan emocionante como te esperas, ni el romance es tan apasionado, ni nada es demasiado nada como para destacar.

Resumiendo, han sido unas horas entretenidas de lectura en las que descubres una historia que en algunos aspectos sí que sorprende, pero que no me quedará en la cabeza como esas historias con las que querré reencontrarme en unos años. Un aprobado justito.