Este libro lo tenía en casa desde hace años (como cinco o así) porque lo gané en un sorteo, cuando aún era un libro independiente y no parte de una saga (lo que significa que sí, realmente es un libro independiente, solo que la autora ha decidido escribir libros relacionados pero con otras parejas como protagonistas). La premisa me parecía interesante. ¿Habéis leído alguna vez un libro sobre acompañantes? Yo no, y pensé que podría resultar diferente y muy  divertido. ¡Cuánto drama! Las posibilidades eran infinitas: el romance, el drama, el sexo, los celos...

Tengo sentimientos encontrados con este libro. Sí, por un lado la historia está bien dentro de lo que es la sinopsis. A favor de la autora, diré que ha sabido plasmar muy bien la diferencia entre las interacciones iniciales de los protagonistas, cuando aún era una cuestión de negocios (son frías, desapasionadas y casi quirúrgicas) y las interacciones que tienen cuando empiezan a enamorarse. Incluso, diría, cuando aún ni ellos son conscientes de que lo están haciendo. El lector lo va notando por las cosas que hacen mientras tienen relaciones, los pequeños detalles que demuestran algo más de calidez o cercanía sin llegar a perder la profesionalidad del asunto.

Supongo que sigo esperando a que alguien me escoja a mí, me quiera amí por encima de todas las mujeres que pueda tener.

No es un romance rápido. Matizo: el sexo lo es, a fin de cuentas es la premisa de la historia, lo que uno a Lori y a Ander en un primer momento. Pero al principio no hay amor, es algo que se va fraguando a fuego lento entre ellos con el paso del tiempo y según van aumentando los encuentros entre ambos. En este respecto diré que, aunque es Lori la que nos narra la historia, es Ander quien hace que le dé dos estrellistas al libro y no menos: es él quien, con esos pequeños gestos que os mencionaba antes, hacen que la historia merezca algo la pena porque nos demuestra emoción, pasión pero siempre contenidas porque su relación con Lori es una de clienta-empleado y es incapaz de demostrar lo que siente abiertamente... incluso ante sí mismo.

¿Qué es, entonces, lo que ha hecho que no me guste? Pues por que hay mucho sexo. Demasiado sexo.

El primer 20% del libro es aburrido. La autora consigue plasmar la relación profesional entre ambos, lo que nos proporciona luego ese cambio que os comentaba antes... pero eso hace también que la historia se vuelva tediosa y considero que muchos párrafos de esta parte inicial se pueden leer en diagonal... Aquí habría que debatir si prima más el realismo en el desarrollo de la relación (lo que, como os digo, la autora consigue con gran maestría) o el limitar el sexo constante. ¿Es necsario tanto sexo? Joder, pues igual sí. Al final estamos ante un libro puramente erótico con tintes románticos... una historia sobre un hombre que vende sexo y una  mujer que contrata sus servicios. ¿Cómo no iba a haber sexo? Estaba preparada para ello, y aún así me resultó, en su inicio, excesivo. Sexo, sexo y más sexo... supongo que habrá gente más aficionada a la erótica (a mí hay libros eróticos que me gustan, y mucho, pero con este he sentido por primera vez que es excesivo).

Tras el primer 20% la cosa mejora porque la actitud de Ander cambia de forma visible poco a poco (aunque mantienen la relación profesional hasta mucho más adelante, es sencillamente algo que nota el lector) y empezamos a encontrar escenas no sexuales entre ellos. ¡Hurra! Pero aún así, el sexo sigue siendo la base de su relación y, aunque más apasionado y cálido, sigue siendo (para mí), excesivo. Cuando recapitulas al terminar el libro, en su mayoría son escenas de cama.