The Wolf at the Door

An ex-FBI agent is partnered with the enemy in this suspenseful first installment of Charlie Adhara’s Big Bad Wolf series

Hunting for big bad wolves was never part of agent Cooper Dayton’s plan, but a werewolf attack lands him in the carefully guarded Bureau of Special Investigations. A new case comes with a new partner: ruggedly sexy werewolf Oliver Park.

Park is an agent of The Trust, a werewolf oversight organization working to ease escalating tensions with the BSI. But as far as Cooper’s concerned, it’s failing. As they investigate a series of mysterious deaths unlike anything they’ve seen, every bone in Cooper’s body is suspicious of his new partner—even when Park proves himself as competent as he is utterly captivating.

When more people vanish, pressure to solve the case skyrockets. And though he’d resolved to keep things professional, Cooper’s friction with Park soon erupts...into a physical need that can’t be contained or controlled. But with a body count that’s rising by the day, werewolves and humans are in equal danger. If Cooper and Park don’t catch the killer soon, one—or both—of them could be the next to go.

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Hay comfort reads y luego está esta maravilla. ¿Cuántas veces lo he leído ya? No lo sé, y tampoco sé cuántas más caerán porque tengo claro que es de esas historias a las que voy a volver una y otra vez.

Siempre me leo estos libros del tirón, así que voy a intentar escribir cada opinión antes de empezar el siguiente libro. Es algo que no he hecho otras veces, y luego termina siendo difícil separar los sucesos o sensaciones que transmite la pareja, y en esta ocasión quiero intentar delimitarlo (teniendo en cuenta que ya sé lo que va a pasar, así que mi opinión ahora no está 100% libre de ello). Además, esta vez traeré al blog reseña de todos los libros ya que allá por 2021 diría que solo publiqué reseña del primero y no lo he retomado con ninguna relectura. Y es que aunque en Instagram he publicado (tanto fotos como edits o aesthetics de todos los libros, me gustaría tener una reseña de todos los libros también en este rincón.

“Should have known you were a cat person.”
“Why, because I don’t like you?” Cooper muttered as Park left the trailer.
Park called over his shoulder, “Because you’re an antisocial asshole.”

Es un libro que empieza, quizá, despacio, si lo que buscas es un shifter romance al uso, es decir, más enfocado en el romance que en la trama adicional. En este caso no es así, ya que el foco principal es el caso que tienen que investigar Cooper Dayton y Oliver Park (nuestros personajes principales) y, entretanto, se van conociendo y nosotros vamos descubriendo cómo son ellos y el funcionamiento de este mundo tan complejo que ha creado la autora.

Cooper actualmente traba para el BSI, una rama del FBI algo secreta que se encarga, de cara al público, de casos especialmente violentos cuando en realidad se encarga de casos en los que están implicados hombres lobo, cuya existencia descubrió el gobierno 5 años antes pero no se ha hecho pública al resto del mundo. Cooper, sin emabrgo, descubrió su existencia por casualidad, al entrar en contacto con uno de la peor forma, y acabó siendo trasladado a esta nueva rama del FBI, donde intenta descubrir más sobre los lobos y sus diferencias con los humanos.

A low growl rumbled from behind Cooper. More vibration than actual sound. He almost would have thought it was a distant passing train except the older guy’s gaze, now a regular hazel, darted over Cooper’s shoulders and then quickly lowered into what even Cooper recognized as a sign of submission.

Yo, que he leído mucho de shifters, encuentro muy interesante el análisis de Cooper, cómo intenta entenderles pero a la vez cae (sin darse cuenta) en prejuicios que se le imponen de fuera.

Cuando un día a Cooper lo emparejan con el Agente Park, un hombre lobo que pertenece a una agencia llamada Trust, en un intento por mejorar la colaboración entre las dos especies, las cosas se vuelven, cuanto menos, intersantes.

“Park. Agent Park... John Park? Fred? Freddy Park?” Cooper guessed. “Frederick?” Sure. ’Cause guessing his first name was what was going to make the difference here. Stupid. Maybe he deserved to have someone drop a rock on his head and put him out of his misery. “C’mon, you bastard. Show me your super hearing. Asshole Park. Huge alpha Park. Big, strong, muscular Park. Amazing Ass Park. Pretty Eyes Park.”

La mayor parte del tiempo, sin embargo, el foco se mantiene en el caso y también en la problemática coexistencia entre humanos y lobos (esto es muy importante en la saga en general, pero ya es muy notorio desde este primer libro). Park y Cooper no empiezan con buen pie y las cosas entre ellos son tensas e incómodas muchas veces, pero paulatinamente vemos cómo Cooper abre los ojos, aprende cosas nuevas y abre la mente (aunque nunca fue consciente de que necesitara hacerlo).

Tanto Coop como Park tienen mucho bagaje personal, aunque en este primer libro apenas vislumbramos la superficie: Cooper y su historial violento con los lobos y Park y su misteriosa relación con su familia. Y aunque no descubramos todo lo que tienen que contar, ambos son personajes cautivadores que te dejan con esa gusilla de saber más, de conocerlos, porque sabes que tienen cosas que decir y te apremian a seguir leyendo.

“Did you know,” Park said, nibbling a trail up Cooper’s neck, “that as opposed as I am to being someone’s dirty little secret, knowing that I’m going to take you tonight right under his bigoted nose makes me hard enough to drill through the wall?”

Es verdad que de ellos románticamente hablando vemos poco en este primer libro, pero es intenso y te deja con ganas de más. No obstante, con esto no quiero decir que el romance sea inexistente. Es más bien la autora lo desarrolla todo de forma muy natural, y Cooper y Oliver están, en este libro, en esa primera fase en la que conoces a alguien, hay un interés mutuo y cierto acercamiento, pero realmente lo que sabéis el uno del otro es limitado y aunque os gustáis y la cosa es prometedora, de momento no es una relación ya establecida.

En lo que a la trama del crimen se refiere, no voy a contar mucho, e intetaré hacer lo mismo en todos los libros. En este caso, el caso les lleva a un pequeño pueblo de Maine, que resulta ser el pueblo natal de Oliver. Allí se han dado una serie de asesinatos o desapariciones que podrían (o no) estar relacionados, y aunque la policía local desconoce de su existencia, hay indicios de que un hombre lobo podría estar relacionado con los crímenes, razón por la que nuestros chicos se han visto involucrados.

Murder was like getting a tattoo. The first one you carefully ask yourself why; each one after you ask yourself why not?

Personalmente, soy la clase de lectora que cuando reseña libros de crímenes o misterios siempre tiene la puntilla de "se ve venir, pero...". Es por esto que me complace anunciar que en esta ocasión (ni en ninguna con la autora, ya os lo adelanto) puedo decir eso sin mentir como una bellaca. Y es que el crimen está muy bien gestionado, con un desarrollo que hace que los sospechosos no dejen de cambiar, y no sabes en ningún momento quién puede ser el asesino y cuál es la motivación tras los crímenes. Cuando llega al final da igual que pienses que te lo veías venir, estoy segura de que, como yo, habrá algo (si no todo) que os sorprenda.

Definitivamente, yo es un libro (una saga, una autora) que recomiendo, aunque tenéis que saber que os metéis en un libro policiaco más que romántico (el romance es muy importante en la saga, no me malinterpretéis, pero es algo que va evoucionando con cada libro, y los crímenes siempre tienen un papel principal en cada libro). Si eres un lector de velocidades rápidas e impulsos efímeros, quizá no sea la mejor opción para ti, pero si le das una oportunidad seguro que no te arrepientes y, como yo, te quedas de ganas de más. Y no solo de la pareja principal (que es maravillosa) sino también de este complejo mundo de humanos y hombres lobo que ha creado la autora.

Oliver pulled away to stare at him seriously.
“I would never.”
“Not like that. You could hurt me because I... I care.” The last words were nothing more than a mumbled exhale that your average person wouldn’t have heard.
Oliver heard.
He stood, their bodies pressed together, and he leaned in so his mouth was hovering over Cooper’s. “In that case, you scare me, too.”

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