La mayoría de las personas juegan siguiendo las reglas. Gavin y Liz no son la mayoría de las personas...
Ganar a toda costa. Ese ha sido siempre el mantra de la agente deportiva Liz Darnell. Cuando lleva las cosas demasiado lejos y se arriesga a perder a su cliente número uno, el jugador profesional de béisbol Gavin Riley, Liz se da cuenta de que tendrá que hacer trabajo extra para ganárselo de nuevo. Ella sintió algo por los movimientos de este jugador desde la primera vez que puso sus ojos en él, y por lo que parece, él la quiera tanto como ella.
Gavin está más que listo —especialmente cuando Liz se está ofreciendo a sí misma como parte del trato. Para añadirle emoción, decide lanzarle una bola curva para ver cuán lejos está dispuesta a llegar para mantenerle como cliente. Pero cuando el amor entra en el campo inesperadamente, ni Liz ni Gavin están listos para el mayor cambio de juego de todos.

El trabajo de verano de Sadie White no va a ser en la playa como salvavidas o trabajando en casetas de alquiler como el resto de gente de su edad. Con una madre soltera embarazada y que se niega a trabajar, Sadie tiene que reemplazarla en su trabajo como sirvienta doméstica en la casa de verano de una familia rica.
Cuando la familia llega para su escapada de verano, Sadie se sorprende al descubrir que el dueño de la casa es Jax Stone, uno de los adolescentes roqueros más ardientes del mundo. Si Sadie no se hubiese pasado toda su vida criando a su madre y cuidando la casa tal vez podría ser lo suficientemente normal como para sentirse emocionada por trabajar para una estrella del rock.
Aunque Sadie no se siente impresionada por la fama de Jax, él se siente atraído por ella. Todo sobre Sadie le fascina, pero lucha contra su atracción. Las relaciones nunca funcionan en su mundo y por mucho que la quiera, cree que ella se merece algo mejor. Para el final del verano, Jax descubre que no puede respirar sin Sadie.

Hace dos años, cuando Eliza Sellman estaba en noveno curso, su padre se enteró de que iba a ser transferido y de que su familia tendría que mudarse.
Habiendo sido siempre tímida y no demasiado segura de su cuerpo, Eliza aprovechó la oportunidad para empezar una lista en su cuaderno privado de todas las cosas que planeaba hacer cuando se mudase y que siempre le habían dado miedo —como vestirse una con una mini falda y pedir a un chico para bailar; cantar en el karaoke en frente de unos extraños; publicar una foto suya en bikini en su muro de Facebook....
Nueva ciudad, nueva Eliza ¿verdad? Bueno, ella nunca lo sabrá porque al final su padre no fue transferido y no se mudaron. Pero Eliza continuó añadiendo propósitos y miedos secretos a la lista. Ya han pasado dos años, y Eliza acaba de tener y perder a su primer novio. Pero fue algo más que una ruptura normal y corriente... resulta que el dulce y mono Cooper solo estaba saliendo con ella como iniciación en una sociedad secreta. Eliza se vengó publicando online algunas cosas sucias (y no del todo ciertas) sobre Cooper.
Las cosas que publicó tuvieron grandes consecuencias y ahora Cooper y sus colegas han robado su cuaderno privado y no se lo devolverán hasta que ella haga todas las cosas que completan la lista en una noche. Es una tortura... hasta que Eliza les roba a los chicos algo que sabe querrán intercambiar por el cuaderno.
Lo que comienza como una noche de humillación se convierte en una noche de revelaciones mientras Eliza descubre lo que Cooper pensaba realmente cuando salían juntos, la verdadera razón por la que le ha robado el cuaderno, y cuan liberador es —y cuánto te cambia la vida— hacer las cosas que más temes.