Decir que iba sin expectativas cuando Virginia es una de las autoras de este libro, sería pura y llanamente mentira. Pero es cierto que fui sin conocimiento, sin saber muy bien con qué me encontraría, quiénes eran Gabe y Hendrix ni cuál sería su historia ni qué esperar de ella.

Empecé a leer con cautela, y pronto me vi absorta en ellos, en su forma de ser y comunicarse, en cómo sienten, cómo aman y cómo temen.

Su historia es sencilla y a la vez muy intensa y llena de capas. Gabriel es un chico bisexual que nunca ha estado con un hombre. Pero es bisexual, se siente bisexual, y le gustan tanto los hombres como las mujeres, por mucho que la vida haya resultado en que sus parejas solo hayan sido femeninas. Ahora quiere probar al fin con un hombre, actuar frente a esa atracción que nunca ha podido vivir en carne propia, y así es como acaba en un club gay solo y en busca de pareja para Halloween. Sí, así es Gabriel.

Y allí conocerá a Hendrix, por supuesto, pero también a Dani. Y Dani es un personaje que no hay que olvidar ni menospreciar, por mucho que no sea parte de los protagonistas. Tengo muchas ganas de seguir conociendo a Dani, de saber su historia, cuáles son sus máscaras y qué le deparará el futuro. Dani merece el mundo, y me alegra que las autoras vayan a darle voz propia en la siguiente entrega.

Pero volvamos con Hendrix. Hendrix es un chico atormentado por amores intensos y fugaces que lo dejan solo, vacío y algo roto por dentro. Hendrix, además, ha tenido una mala ruptura con un chico que lo negó y le hizo cuestionarles las cosas más de una vez, así que enfrentarse a Gabriel no será del todo sencillo para él.

Y es que las cosas entre ellos, si bien no excesivamente melodramáticas, no son sencillas. Hay mucho sentimiento y mucha emoción en su relación. Cada uno necesita encontrar su camino a su manera y hacer funcionar lo que tienen, si es que tienen algo que pueda funcionar. Son dos personas totalmente diferentes que tienen puntos en común, gustos e intereses similares y una forma de ver la vida, el arte y la emoción que puede alinearse entre los dos. Pero llegar a ese punto de entendimiento mutuo, a ese dejarse llevar, arriesgarse a caer, sufrir y romperse de nuevo, no será coser y cantar.

La narración me ha apasionado. Creo que Hendrix y Gabriel tienen una voz muy propia, muy ellos y muy característica. Las autoras han logrado impregnarles de personalidad propia y eso no es tan sencillo. Pero es más que eso. Narran de forma muy metafórica sin que resulte ostentoso ni petulante, y su forma de expresarse aporta ese extra a los personajes y al ambiente que acompaña de maravilla a la historia y la eleva un poco más si cabe.

Si bien esta primera lectura la he hecho en digital, ya tengo el ejemplar físico conmigo, lo que sin duda (y más aún contando con lo mucho que he disfrutado la historia) se viene pronto una relectura en la que llenaré el libro de postits y subrayados, porque es un libro lleno de frases, momentos, pensamientos, conversaciones, ideas.

Siguiendo con la narración llegamos a la parte erótica: está muy bien narrada, y más aún siendo autoras hispanas. Lo he dicho muchas veces y lo seguiré diciendo porque por desgracia la tendencia parece que se mantiene: hay mucho remilgo y tabú en la forma de escribir de muchas autoras de habla hispana. Sobre todo en libros M/M, que se están poniendo de moda y en donde vemos a autoras que antes solo escribían romances heteros dar pasitos y crear nuevas historias. Es genial, hasta que llegas al tema calentito y son todo eufemismos, términos remilgados para no sonar, entiendo, soez, que desentonan y te sacan (o al menos a mí me pasa) de la lectura. No amigos, amigas y amigues. Virginia y Fátima llaman las cosas por su nombre, no temen escribir escenas guarras si es lo que toca y narrarlas con la naturalidad y normalidad con la que cabría esperar y que a otras autoras parece costarles. Y yo solo puedo decir: ¡gracias! De veras que he disfrutado de la intimidad de Hendrix y Gabriel, y de la naturalidad con la que se relacionan tanto fuera como dentro de la cama.

Podría decir y comentar muchas cosas del libro, y puede que más adelante (quizá tras la relectura), me pare a hacerlo. De momento, me quedo con que me ha gustado mucho cómo han funcionado Vir y Fátima a cuatro manos, que sus personajes y el mundo que han ideado tan lleno de olores, colores y sensaciones me ha fascinado, que me ha encantado cómo han reflejado la diversidad, los personajes que no son esto o aquello sino que fluyen con identidad propia, dando voz a realidades que a veces se obvian en los romances LGBT. Y también me ha gustado encontrar personajes imperfectos tan bien construidos: madres que quieren con locura pero que no son perfectas, padres que aceptan aunque les cuesta porque son de otra época, amigos que quieren ayudar tanto que estropean y muchos más.

¿Ganas del segundo libro? Aún no lo he leído y ya tengo ganas del tercer (Matt y Matrix, ¿en serio? Necesito pero ya).